Hay una ansiedad excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo del sujeto, concerniente a su separación respecto del hogar o de las personas con quienes está vinculado.

Se observa un malestar excesivo recurrente cuando ocurre o se anticipa una separación del hogar o de las personas principales de apego. A ello se suma una preocupación excesiva y persistente por la posible pérdida de estas personas importantes, o que les pueda suceder alguna desgracia. O incluso puede aparecer la preocupación de que suceda algo adverso que dé lugar a la separación de las figuras de apego, como extraviarse o ser secuestrado.

Hay una resistencia o negativa persistente a ir al colegio o cualquier otro sitio por miedo a la separación, así como; a estar solo en casa sin las principales figuras vinculadas, o sin adultos significativos en otros lugares; no querer ir a dormir sin tenerles cerca, experimentando, además, pesadillas con temática de separación.

Son frecuentes también quejas repetidas de síntomas físicos (como cefaleas, dolores abdominales, nauseas o vómitos) cuando ocurre o se anticipa la separación.