Déficit de habilidades sociales
Un óptimo desarrollo de habilidades sociales nos proporciona muchas ventajas: buenas relaciones con nuestros familiares y amigos, mayor rendimiento académico/laboral, conseguir que nos hagan más favores, en definitiva, hay una mayor probabilidad de conseguir los objetivos que nos propongamos.
Tenemos asociado, erróneamente, que las personas tímidas son las únicas que tienen un déficit de habilidades sociales, sin embargo, una gran población “no vergonzosa” también carece en gran medida de ellas. Hablamos de asertividad: un exceso de educación, conlleva que olvidemos nuestros derechos; o a la inversa, un exceso de egoísmo y poca empatía, conlleva que abusemos de ellos. En ambos casos, sufriremos las consecuencias.
Aprender a comunicarse de un modo asertivo, es decir, implementando las habilidades sociales, genera, además de los beneficios señalados, mayor autoestima y bienestar con uno mismo.