Síndrome Postvacional. ¿Por qué no todos lo sufren?
Todos los septiembres se habla sobre el síndrome postvacacional que es un conjunto de síntomas que hace referencia fundamentalmente a un estado de ánimo bajo y ansiedad.
Verdaderamente no se puede considerar un trastorno como tal, puesto que es simplemente un período de adaptación, en el que la mayoría de las personas tendrán la capacidad de volver a recolocarse, por ello no aparece recogido en el DSM-V (ese libro de categorías diagnósticas del que todos los psicólogos y psiquiatras hablamos).
No voy a describir por qué se produce ni cómo hemos de abordarlo, puesto que es de sentido común y lo podéis leer en mil páginas de internet.
El objetivo de estas líneas es que analicemos por qué hay personas que están deseando volver al trabajo (que es un porcentaje muy bajo, seamos realistas) y para otras es un verdadero infierno esto de “la vuelta al cole”.
Aquél que esté deseando volver a tener obligaciones probablemente es una persona que no es capaz de relajarse o incluso huye de estar ocioso porque eso implica encontrarse con uno mismo. Implica tener más tiempo para reflexionar y a veces eso nos confronta con nuestra realidad, que muchas veces no nos gusta y por eso preferimos mantenernos ocupados y hacer así como que todo nos va bien y mejor no pensar demasiado no sea que nos topemos con algo que nos perturbe…
Luego están esas personas que se han relajado taaaanto, que han dormido tan bien, que han desconectado estupendamente, han salido de la rutina (no hace falta irse al Caribe, con ir al pueblo de la infancia, sirve), se han reencontrado con familiares y amistades, han tenido nuevas aventuras…etcétera, etcétera…lógicamente no quieren que las vacaciones terminen nunca, pero si son personas emocionalmente estables, con una vida medianamente satisfactoria, en unos días se reajustan a la realidad de la rutina y el mundo laboral.
Y por último, tenemos a esas personas que tienen verdadero pánico a la vuelta a las obligaciones. ¿Por qué? Porque son personas que utilizan las vacaciones como vía de escape a su realidad. Hay factores y circunstancias que no saben manejar durante el año, y que en el período vacacional se disipan, pero…siguen ahí!! Personas tan exigentes en sus trabajos y en sus quehaceres que sufren una ansiedad constante, personas que postergan con frecuencia y se sienten culpables, que no saben convivir en pareja, que están perdidos a la hora de educar a sus hijos, que son conscientes de que han de bajar de peso, que tienen que volver a lidiar con un@ jef@ o compañer@ con quien no saben tratar….
En conclusión quien sufre verdaderamente este síndrome no es tanto por el fin de las vacaciones, si no por volver a enfrentarse a sus dificultades, las abandonó un tiempito, pero eso no sirve… o se detectan y resuelven o volverán cada septiembre…
NO ESPERES A LA VUELTA DEL VERANO PARA DARTE CUENTA DE QUE TIENES COSAS QUE SOLUCIONAR, ATÁJALAS YA!!!!