Familia ante los TCA (trastornos de conducta alimentaria)

 

Cada día, aparecen más casos de jóvenes que deciden hacer dieta y restringen su alimentación para perder peso hasta el punto de alterar los mecanismos biológicos de autorregulación alimentaria, desarrollando así trastornos tales como preocupación excesiva por la imagen corporal, bulimia o anorexia nerviosa, sobrepeso…

¿Cómo debe actuar la familia ante un problema como éste? No es fácil, puesto que el afectado/a tiene alterada su percepción y no considera que tenga un problema, o si es consciente, le resta importancia.

La familia tiene que saber que ellos no pueden curarle, ni forzar su cambio, su misión es apoyarle y darle el soporte emocional suficiente para favorecer que cambie, promover su autonomía y que encuentre su propio camino para ser feliz. Apoyarle, pero no resolverle la vida. Y lo más importante, no avergonzarles por su conducta, no hacerles sentirse culpable y no estar constantemente hablando sobre el problema.

Es su psicoterapeuta quien ha de darle pautas, y su familia quien dé apoyo y afecto, si quieren ir más allá, el afectado/a rechazará esta ayuda viéndola como amenazante y perderán la confianza para expresar sus dificultades y miedos.

Con respecto a la comida sí debemos tener en cuenta que no hemos de permitir que el afectado/a determine lo que se compra en casa o cómo se deben preparar los alimentos, hay que procurar la mayor normalidad posible, son ellos los que tienen que aprender normas ajustadas, no que la familia se ajuste a su problema.