No se puede predecir dicha duración, depende del motivo de consulta.
Hay personas que simplemente acuden porque han de tomar una decisión importante y se sienten bloqueados, y sólo necesitan un par de sesiones.
Otras personas están pasando un mal momento que no saben cómo manejar y que han llegado a desarrollar síntomas desagradables en el último año. En estos casos, la duración oscila entre los 3-6 meses.
Y otras que piden ayuda con una patología muy compleja que requiere un número mayor de sesiones.
Pero no olvides que el tratamiento depende fundamentalmente de tu colaboración.
Si vienes con regularidad, sigues las orientaciones, aplicas las técnicas aprendidas y haces las tareas recomendadas, desde el primer día empezarás a notar mejoría.
Un tratamiento psicológico es un proceso, cada día vas aprendiendo, te vas conociendo a ti mismo, vas entendiendo por qué ante ciertas situaciones siempre actúas del mismo modo, e irás descubriendo qué gratificante es cambiar aquello que tú quieres.
El psicólogo te guía, te abre los ojos, te explica el por qué de tus problemas, resuelve tus dudas, te consuela, te motiva… pero eres tú el que fuera de la consulta afronta su día a día…
Desde la primera sesión te sentirás mejor al ser consciente de que tu problema tiene una explicación y lo más importante: tiene solución. Cada día aprenderás pautas nuevas hasta finalmente, cumplir todos los objetivos propuestos.