Fibromialgia y dolor crónico

 

La fibromialgia no tiene una etiología clara, las últimas investigaciones apuntan a un defecto interpretativo del sistema nervioso central. Los síntomas más comunes son la fatiga, la rigidez matutina, y el más preocupante, el dolor.  Hay 18 puntos donde se localiza este dolor (en las zonas del cuello, hombros, espalda, caderas, brazos y piernas), sólo con 11 de ellos se puede hacer el diagnóstico.

La incomprensión genera pensamientos del tipo: “¿Por qué a mí?, ya no valgo para nada, voy a terminar en una silla de ruedas, esto es horroroso, porque me duele todo el cuerpo y yo no puedo hacer nada, encima mi familia piensa que tengo cuento, nunca conseguiré volver a hacer…”

 

El dolor crónico es aquél que persiste durante seis meses tras la curación y es resistente a los medicamentos. Hay que tener en cuenta que el dolor no de pende sólo del daño físico, sino también del procesamiento emocional y cognitivo.

Este dolor constante produce mucha desesperanza, provocando que a su vez aparecan otros síntomas secundarios como problemas de sueño, cefaleas, entumecimiento, tensión, ansiedad, depresión y problemas de memoria.