Ataques de ira

 

Se presentan varios episodios aislados de dificultad para controlar los impulsos agresivos, que dan lugar a violencia física o verbal o pérdida de las normas de educación, o incluso destrucción de la propiedad.

 

El grado de agresividad durante los episodios es desproporcionado a la intensidad de cualquier estresante psicosocial precipitante. No explicándose este descontrol por otro trastorno mental ni por la ingestión de sustancias.

 

A pesar de la frecuente creencia "es que yo soy así, soy igual que mi padre" o "es que no lo puedo controlar"... sí que es posible aprender a controlar esa explosión que recorre el cuerpo y las consecuentes conductas problemáticas.